Nace de una cabra (municipio de Córdoba… Qué pensabas) al final de los 90 y comienza a galopar antes de ni siquiera haber caído de cabeza al suelo. La naturaleza, los animales, la empatía y la libertad son los pilares fundamentales de sus obras (y su vida). Con un Grado en Comunicación Audiovisual en una mano, un violín en otra, un pincel en ambas, muchas ganas de todo en ninguna, un Máster en Escritura Creativa a las espaldas y un escenario sujetando sus pies, esta persona no binaria con pelo rizado trae su primer libro que, como siempre ha dicho, tenía que ser un poemario.
Ha escrito para algunos blogs y medios, y ha ganado diversos certámenes de escritura (y hasta uno de baile con menos años que dedos en una mano), pero todo eso ya lo dejamos para cuando la humildad deje de aplaudirse.
Con clara vocación y pasión artística desde su nacimiento, respeta, crea y se recrea en diversos ámbitos, desde la literatura, música y pintura, hasta el cine y el teatro. Podría resumirse bajo un lema personal lleno de trash y algo de poética: “No es que busque ser el centro de atención pero, cuando lo soy, no veas cómo disfruto”.