Los ciudadanos de Mains nacen sin la habilidad de sentir amor. Hace años que una mutación inesperada cambió sus hormonas. Ahora todos viven bajo intereses económicos, o casi todos.
Cassie ha descubierto el amor. No sabe por qué es capaz de sentir ese cosquilleo desconocido para el resto. Se cree afortunada y poderosa. Su problema es que se ha enamorado de alguien que no le corresponde. ¿Puede obligar a alguien a quererla? No. ¿Puede transmitir sus sentimientos a alguien que no es capaz de mostrarlos? Ojalá.
Cassie no quiere rendirse, pero el amor es un arma de doble filo. En ocasiones puede hacerte sentir la persona más feliz del mundo, pero también puede destruirte. ¿Somos lo que amamos, o somos cómo amamos?